Editorial: La Democracia en Peligro

Domingo 01 de septiembre de 2024

Quiero saludar a mis lectores y decirles que, pasando una semana más estamos preocupados, o yo personalmente estoy preocupado y quiero saber ustedes qué sienten sobre el tema de la democracia en Latinoamérica. Tenemos unos vecinos de unas filosofías diferentes, pero que de una u otra manera suman para tener la democracia y las libertades que tenemos en este momento. Con preocupación vemos que nuestra vecina Venezuela sigue con la incertidumbre, no hay la seguridad de un respeto hacia el resultado en las urnas.
Al pueblo venezolano queremos decirles, que de corazón los acompañamos y esperamos que los gobiernos que no han aprobado el triunfo de María Corina y sus amigos salgan a pronunciarse o es que están de acuerdo con la tiranía actual que hay en Venezuela.También quiero hablar sobre la filosofía liberal, la verdadera razón de ese sentimiento que nació en este país por ver las injusticias sociales, de ver los gobiernos conservadores que pisoteaban los derechos de los trabajadores, de los sindicatos, de la mujer, de todo lo que se llama igualdad de derechos en una sociedad libre. Esa filosofía hoy sigue intacta en los corazones de los verdaderos liberales, pero está enferma en la juventud colombiana, que se dejó ilusionar de unos cambios prometidos por otro sentimiento político, pero que, en el fondo, fue más malo el remedio que la enfermedad. Pero como el tema es hablar de lo que sentimos los verdaderos liberales, busquemos culpables, busquemos las razones para que el sentimiento liberal no tenga verdaderamente el espacio de poder que debe tener, porque este país es un país de esencia liberal.
El pueblo colombiano ha demostrado que siente las necesidades de unos cambios, pero unos cambios con respeto, con orden, con ley y sin acabar con la estabilidad económica y con el desarrollo de nuestra querida Colombia. Yo pienso que los verdaderos culpables de lo que en este momento vive este país son los dirigentes del Partido Liberal, aquellos que de una manera o de otra, tuvieron en su momento espacios de poder para haber construido verdaderamente una filosofía que le llegara a la sociedad. El pueblo necesita mucho, el pueblo espera mucho, pero el pueblo es muy poco lo que da, y eso también hay que enseñarse.
El verdadero liberal no es el que está esperando que le den, sino el que ayuda a construir futuro, a diferencia de la izquierda dictadora, que quiere formar un pueblo esperanzado en recibir migajas como limosneros. Y estos jefes liberales, que por la comodidad y la tranquilidad que tienen ellos al usufructuar la rentabilidad de ese partido político, dejaron que ese sentimiento fuera acabándose en los dirigentes. ¡Ojo! en los dirigentes, no en su base, porque este pueblo sigue siendo liberal.
Nuestros congresistas son unos acomodados al vaivén de la mermelada, donde solo les interesa lo de ellos, los cargos, y asegurar una rentabilidad a costa de mancillar el honor y la dignidad de la filosofía liberal.
Amigos y amigas, los invito a que sigamos para adelante, y a que no desfallezcamos en lo que sentimos y queremos. Colombia es un paraíso, pero está en peligro, y está en peligro, no por el calentamiento global, sino por el calentamiento de las mentes, de los proyectos sociales, políticos, con tiranía, que se está viendo en Latinoamérica.
Colombia está en riesgo, pero estoy completamente seguro que este país no lo va a soportar. Aquí vamos a salir adelante, aquí vamos a encontrar personas que quieran y amen al país.
Amigos liberales, espero que sigamos en la lucha y que sea lo que Dios quiera.

Gracias por su lectura.